VINOS BLANCOS

Vinos blancos, más variedad de la que imaginas

Cuando compremos un vino blanco, deberemos hacernos la siguiente pregunta, ¿queremos un vino refrescante o por el contrario un néctar que nos envuelva, y que cada vez que nos acerquemos la copa para beber, nos ofrezca una variedad de intensos perfumes?.

Un vino blanco puede presentar una gran variedad de matices que van de un extremo a otro, de muy seco a muy dulce, pero se clasifica en seis categorías, de las que hoy mencionamos cuatro.

Nos encontramos con los vinos que se beben cuando son jóvenes y que no suelen añejarse en barrica, se trata de los vinos ligeros y secos. Éstos se embotellan en ausencia de azúcares residuales y son pobres en componentes que proporcionan cuerpo al vino. Son ideales para beber bien fríos, ya sea solos o acompañando alguna comida.

Los vinos secos y amplios poseen más consistencia, pero a pesar de su descripción, presentan una dulzura peculiar muy sutil resultante de los frutos maduros, se pueden envejecer en barrica y en botella.

Un vino blanco semiseco presenta una característica peculiar, una débil graduación alcohólica y una gran ligereza, con lo que no son recomendables para maridar con platos que resulten consistentes. Estos vinos se han embotellado antes de que la totalidad de los azúcares de la uva hayan sido transformados en alcohol.

Los vinos blancos catalogados como dulces resultan intensos, siendo concentrados al paladar e ideales para disfrutar lentamente.

Los vinos pueden resultar distintos aunque presenten una categoría idéntica, esto es porque cada productor tiene su modo de hacer, de ahí que unos blancos sean mejores que otros, a pesar de presentar la misma variedad y un método similar. El buen ojo del enólogo mucho tiene que ver en la elaboración de un buen vino blanco.

Los vinos blancos nos proporcionan además muchos matices y aromas, hay que desterrar la idea que tienen algunas personas sobre este vino, es al igual que el tinto, fruto del trabajo y del buen hacer. Particularmente nos gustan los vinos tintos, pero cuando descubres lo que puede proporcionarte un vino blanco, empiezas a apasionarte por ellos.